Si piensas en Madrid puede que lo primero que venga a tu mente sea el asfalto, el ruido, los coches o los grandes edificios. En la mayoría de las ocasiones la capital eclipsa a una región donde un total de 179 municipios conforman un pintoresco paisaje a medio camino entre lo rural y lo urbano. Es por ello que presenta un marco idóneo para la producción ecológica en la Comunidad de Madrid.
La Comunidad se divide en seis comarcas agrarias: Lozoya, Somosierra y Guadarrama al norte, Las Vegas al sur, Campiña al este, Surocciental al oeste y el Área Metropolitana de Madrid. En estas comarcas conviven paisajes agrarios singulares empezando por la sierra, donde predominan las actividades ganaderas, pasando por la llanura central de secano, hasta el sureste y suroeste, donde los olivos y viñedos se adueñan del paisaje para adentrarnos en las comarcas hortícolas de las vegas al sureste de la región.
Dentro de este paisaje, la agricultura y ganadería ecológica suponen un total de 11.919 hectáreas en 2021. En los últimos años este sector está viviendo una revolución; ha dejado de ser una moda para convertirse en una forma de vida donde productores y consumidores han comprendido la importancia del territorio y su futuro. Es por ello que la región se ha colocado a la cabeza de comunidades donde más ha crecido la producción ecológica.
¿Qué vas a encontrar en la Comunidad de Madrid?
Es en la agricultura donde se encuentra el mayor número de operadores certificados siendo el olivar el cultivo predominante, seguido de proyectos hortícolas, frutícolas y de producción de legumbres. La ganadería, que engloba también los proyectos avícolas y apícolas, es el sector que cuenta con mayor superficie ecológica certificada donde destaca la carne de vacuno y las empresas lácteas. Las industrias de transformación y manipulación de alimentos, como las actividades de panificación, envasado de grano, bodegas y almazaras, cuentan también con un gran número de empresas certificadas por el Comité de Agricultura Ecológica de la Comunidad de Madrid (CAEM).
Actualmente hay más de 500 operadores certificados por el CAEM en los registros de agricultura, ganadería, apicultura, elaboración, comercialización e importación. Contamos con alimentos muy variados que reflejan que en la producción ecológica tienen cabida los proyectos más tradicionales y los más innovadores.
Seguimos trabajando para crecer
Aún queda mucho trabajo por hacer ya que hay numerosas iniciativas que intentan ocupar el nicho del producto ecológico sin pasar por los controles oficiales. Es importante que los operadores y los consumidores valoren la importancia del sello ecológico y las garantías que ofrece. Apostar por la certificación ecológica es apostar por la biodiversidad, la conservación del equilibrio natural, la fertilidad del suelo y la calidad de nuestras aguas. Es una apuesta de futuro que tiene como meta y punto de inflexión el año 2030, ya que para entonces esperamos que se hayan cumplido los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.