Del 14 al 16 de octubre se celebró en Bilbao el XVII Campeonato de Pintxos 18/70 Euskadi y Navarra. Un concurso en formato showcooking en el que destacados cocineros de ambas comunidades elaboran sus propuestas ante el público.
El Comité de Agricultura Ecológica de la Comunidad de Madrid asistió como invitado junto a varios operadores para dar a conocer la producción ecológica de la región gracias a un programa de actividades abiertas al público.
Tres días de actividad frenética donde los cocineros participantes, el jurado y el público general se dieron cita para conocer los mejores pintxos de Euskadi y Navarra. Con la cocina en miniatura como hilo conductor, los asistentes disfrutaron del espectáculo gastronómico en un concurso lleno de nervios, originalidad y sabor.
Madrid como protagonista.
Conservas Cachopo, Madrid Miel y Suerte Ampanera, operadores ecológicos madrileños, junto a Miguel Ángel Mateos, embajador de los alimentos ecológicos del CAEM, no dejaron de elaborar pinchos de degustación. Pequeñas versiones en miniatura de la cocina tradicional madrileña; desde unos “churros con chocolate” a la hora del desayuno, pasando por un “pan bao con calamares” hasta unas “pozas de Colmenar”.
Catas comentadas de mano de sus productores ecológicos.
El evento pudo seguirse en directo a través de internet y se reservó la jornada del sábado para la realización de catas comentadas impartidas por los operadores del CAEM. La nota más dinámica vino con la “Cata Relámpago” dirigida a profesionales de la comunicación gastronómica de Bilbao. Disponían de cinco minutos para conocer, probar y fotografiar el alimento de manos de su productor.
Un momento divertido para disfrutar de estas pequeñas empresas con una filosofía clara: producen alimentos ecológicos porque se han dado cuenta de la importancia de proteger no solo nuestra alimentación, sino el territorio en el que se elaboran. Alimentos que no siempre encontramos en los mercados debido a los problemas a los que frecuentemente se enfrentan los pequeños productores.
Alimentando personas, no mercados.
Los pequeños productores desempeñan una labor fundamental: alimentan personas, no mercados. Protegen el territorio, favorecen la biodiversidad, respetan el producto y garantizan la sostenibilidad. Los operadores ecológicos madrileños aprovecharon sus presentaciones para poner en valor el trabajo que hay detrás de sus alimentos.
Iván del Río, apicultor y propietario de Madrid Miel, comercializa bajo la marca “La Abeja Dorada” sus mieles ecológicas. Una gama con gran riqueza floral que encantó a todo aquél que la probó. Algunas de sus mieles han sido seleccionadas como las Mejores Mieles del Mundo 2020 en los premios internacionales London Honey Awards y galardonadas en los premios Great Taste Awards 2021. La miel de Calluna, una de sus referencias más apreciadas, destacó por su textura, sabor y aromas en todas las catas.
Rafael, cabrero como él mismo se define y propietario de Suerte Ampanera, conquistó paladares con sus quesos ecológicos de cabra. Su explotación ganadera se basa en el aprovechamiento de los recursos del monte y la mejora constante del ecosistema que se liga a la ganadería de pastoreo. Al pie de la Sierra de Guadarrama el ganado pasta en un ambiente natural de encinas, aromáticas y enebros y esto se refleja en sus quesos, llenos de matices. Por todo ese trabajo recibieron el premio ‘Alimentos de España al Mejor Queso 2011’ y “Premio Alimentos de España 2021, en la categoría de Producción Ecológica”.
Laura y Pedro, segunda generación al frente de Conservas Cachopo, son la muestra de que el relevo generacional es posible. Elaboran conservas de manera tradicional, sin colorantes, espesantes, ni conservantes, para disfrutar de la dieta mediterránea de una forma cómoda y rápida, lista para comer. Tienen el convencimiento de que la alimentación es la base de la salud y con métodos ecológicos se obtienen unas materias primas de altísima calidad. Realizaron degustaciones de sus conservas vegetales y, junto a Miguel Ángel Mateos, dejaron claro que hay muchas formas distintas de comer legumbres.
Miguel Ángel Mateos, que también formó parte del jurado profesional en el Campeonato de Pintxos Euskadi Navarra, volvió a poner de manifiesto el alto nivel del recetario madrileño y consiguió concienciar al público a través de la cocina utilizando alimentos ecológicos en sus platos. Para este evento un concepto gastronómico basado en el respeto por el alimento y el entorno en el que ha sido producido.
Premio Ecolover.
Desde el Comité de Agricultura Ecológica de la Comunidad también se hizo entrega del “Premio Ecolover”, al pintxo que mejor representó los productos y los valores de la producción ecológica. El premio recayó en los cocineros del restaurante Choko Ona Espelette.
La presencia de los Alimentos de Madrid en este congreso de proyección internacional ha servido para mostrar el dinamismo y crecimiento del sector ecológico en la Comunidad de Madrid y dar la oportunidad a las empresas de mostrar sus proyectos. Sus productos son la muestra de cuánto y cómo se enriquece la gastronomía cuando se utilizan alimentos ecológicos que han respetado toda la cadena de producción, desde el campo a la mesa, pasando por la cocina.